Saturday, March 29, 2014

Actividad 4: Habilidades digitales para la educación

Hola,

este es un tema que me apasiona y preocupa. Hay mucho escrito sobre lo mucho que saben de tecnología nuestros estudiantes, que pasan su tiempo libre en YouTube, Facebook, Whatsapp, etc. o sea, rodeados e inmersos en tecnología.

Tengo la impresión de que aquéllos que han escrito sobre todas las bondades, facilidades y lo mucho que les encanta a estos chicos la tecnología en el aula nunca han dado una clase en la que se requiera el uso de tecnología. En mi experiencia como profesora de cursos universitarios, a lo largo de casi 10 años, yo he visto frecuentemente lo contrario. Existe un abismo entre la tecnología del tiempo libre y para el ocio, y la tecnología educativa aunque se utilicen las mismas aplicaciones o los mismos recursos. Una cosa es divertirse y elegir hacerlo usando tecnología y otra es que en clase se exija que además del libro de texto, hagan ejercicios en la plataforma virtual del curso o construyan un blog durante el curso.

La llegada de la tecnología a las aulas no está siendo tan bienvenida por muchos alumnos, que rápidamente expresan su desacuerdo y su malestar al primer problema que encuentran con estos nuevos recursos. Claro está, siempre hay varios que no tienen problemas y que utilizan la tecnología sin problemas. Supongo que los autores que mencioné en el párrafo anterior generalizan sobre este grupo. El que me preocupa no es éste, sino el resto: el grupo de los que aunque usen la tecnología para el ocio, no quieren que para aprender una materia, se les exija esquivar y resolver problemas de conexión, de sobrecarga de la red, de contraseñas que no se ajustan a los parámetros de lo que alguien considera seguro o inseguro, etc.

La revolución de las TICs en la educación no puede olvidarse de esta gente y de que hay formas de que se unan a la nueva ola, pero que la manera de hacerlo no es dejar que se espavilen solos, sino asegurarnos de que podemos proveerlos de la ayuda y los recursos necesarios para hacerlo.

En este punto el papel del docente se convierte en fundamental y oh sorpresa, a pesar de los muchos que estamos interesados en este campo y creemos en sus ventajas y la necesidad de mordernizar nuestro trabajo para hacer los procesos de aprendizaje más útiles y mejor adaptados al mundo actual, sigue habiendo una multitud de compañeros que creen que lo que les ha funcionado durante 30 años de experiencia puede funcionarles durante algunos más, y que el que venga detrás se modernice si quiere pero que a ellos eso ya no les concierne. A mi modo de ver, este colectivo no ayuda mucho a la modernización del campo, aunque eso importa bastante menos que el poco respeto que su actitud demuestra por sus alumnos, y en especial aquéllos que realmente tienen potencial y quieren aprender para poder desarrollar sus cualidades y llegar a lo más alto que puedan, como profesionales y como personas. No se trata de despedir o prejubilar a nadie, se trata de comprender que la enseñanza, como todo en esta vida, no es algo esculpido en piedra o encastado en cemento y que hay maneras de hacer las cosas incluso mejor. ¿Qué supone un esfuerzo? Pues claro, pero ¿a caso no pedimos a nuestros estudiantes a diario que se esfuercen para estudiar y aprender? ¿Qué tal predicar con el ejemplo? Los profesores también utilizamos email, leemos noticias en internet, etc. así que poco menos tecnológicos somos con respecto a nuestros alumnos.

Creo que una manera de potenciar las habilidades digitales para la educación en entornos como el de la interacción y el de la información, etc. es hacerlas parte fundamental del currículum educacional tan pronto como sea posible en el proceso de formación del estudiante y como tal, exigir su uso y su fomento, como parte natural e integra del aprendizaje. Si las hacemos opcionales no alcanzaremos a poder utilizar todo su potencial por la inercia existente actualmente a seguir con lo conocido porque lo desconocido es "complicado" y los cambios no suelen ser vistos de forma previa con ojos favorables. Existen ya miles de ejemplos de experiencias exitosas en el uso de las TICs en la eduación, y muchos docentes que las utilizan advierten de los problemas y ¡atención! de cómo solucionarlos también. Así que todas las desventajas que apuntan aquellos que desde hace años utilizan las mismas notas de clase y son fans de los discursos del profesor, no deben ser consideradas como válidas si no se pueden comparar con una mala experiencia personal del uso de las TICs. Si vamos a hablar mal de algo, hagámoslo con conocimiento de causa y si no la tenemos, demos ese paso adelante y veamos que hay más allá de nuestras narices. Podría ser interesante. Esa es mi solución para el compromiso de los profesores. Somos responsables del proceso educativo tanto como los estudiantes pero de una forma diferente: llevamos el control de ese proceso y necesitamos estar abiertos, interesados y listos para los cambios.

Volviendo a los estudiantes: hay que prestar especial atención a aquellos que por la causa que sea no son tan "tech-savy" como los que sin leerse el manual de instrucciones que ya no viene con los recursos pueden hacer funcionar lo que sea, a costa del "trial and error" sin miedo a cargarse la banda ancha de la costa Este. Por eso los docentes tenemos que estar al día, porque somos nosotros los que estamos en la clase en la que estos estudiantes tienen problemas y no es para menos: ellos esperan que nosotros podamos ayudarles, tal y como lo hacemos cuando hay dudas sobre la materia que enseñamos.

Las TICs fomental el aprendizaje colaborativo, el proceso de pensamiento crítico de forma personal y durante el trabajo en grupo, y llevan las clases más allá de las paredes del aula. Se trata de un proceso global en un mundo en el que están saltando todas las barreras. No hay tiempo que perder, y está todo por ganar.

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